¡Descubra la cocina vietnamita y, más concretamente, la del sur del país! La gastronomía de esta región contiene multitud de sabores. Para ofrecerle una inmersión en estos sabores locales, le proponemos una noche street food: en scooter detrás de un guía local, visitará Ho Chi Minh Ville para degustar lo mejor de la cocina de la calle, en los pequeños comercios locales. Ya sea que estén en pareja, con amigos o en familia, esta visita deleitará las papilas gustativas tanto de los pequeños como de los grandes. Para una inmersión local, ir en scooter en Vietnam es un deber, ¿por qué no combinar esta experiencia con una noche gastronómica?
Ho Chi Minh City, también conocida como Saigón, es una ciudad dinámica y atractiva que constituye el verdadero pulmón económico del país. Sin embargo, ha sabido conservar su autenticidad y preservar su historia. Numerosos edificios coloniales todavía salpican la ciudad de la antigua capital de la Indochina francesa. Visitar Ho Chi Minh City le ofrecerá una inmersión en la historia reciente del país, a la vez que le ofrecerá una visión del desarrollo del país y de su ambición de convertirse en una verdadera potencia económica en Asia.
EL PROGRAMA
Es al final del día, cuando el sol se pone, que conocerá a sus guías y pilotos para la velada: Estudiantes de Ho Chi Minh que compartirán con ustedes sus secretos para que disfruten de los mejores platos de la ciudad y experimenten la vida de Saigón.
Antes de subir a sus monturas, le darán toda la información necesaria para su viaje y le explicarán, en particular, cómo viajar con seguridad en la parte trasera de un scooter en Vietnam.
¡Vámonos! A esa hora, el tráfico es denso y las calles son el escenario de un incesante ballet de vehículos. Estos últimos forman un caos paradójicamente ordenado, donde cada uno zigzaguea a su ritmo. Circular en este contexto puede parecer aterrador para un conductor novato, pero sus guías son expertos en conducir en Ho Chi Minh y sabrán conducirle a buen puerto con toda seguridad.
Después de unos 20 minutos, llegarán a una pequeña calle desconocida para los turistas y se detendrán para su primera degustación de la noche. Pero la experiencia no termina aquí: sus guías les contarán la historia de los platos que probarán, desde los panqueques locales a los diferentes tipos de fideos, y les mostrarán cómo comérselos correctamente. ¡Y no siempre es tan simple como parece!
Descubrirán una cocina auténtica y sabrosa, que disfrutarán relacionándose con sus cálidos anfitriones. No dude en preguntarles sobre su cultura y la vida cotidiana en la antigua capital. También podrán compartir sus mejores consejos para visitar la ciudad de Ho Chi Minh.
Después de estas degustaciones, sin duda empezarán a perder el apetito. Así que retomarán la carretera para dar un paseo digestivo y llegarán a un antiguo apartamento tradicional vietnamita. Allí descubrirán un pequeño café bien escondido, y aprenderán a hacer una taza de café vietnamita, con un filtro especial que le da su gusto único.
Este viaje no terminaría con éxito sin la degustación de algunos dulces vietnamitas como postre. ¡Le esperan unos sabores sorprendentes! Después de 3h30 de descubrimientos culinarios, será hora de volver a su hotel y despedirse de sus guías.
Si esta experiencia les hace la boca agua, no dude en ponerse en contacto con nosotros, ¡le garantizamos una noche muy especial!
Lo notarán rápidamente durante su estancia, el uso de los palillos es parte integrante de una comida vietnamita. ¿Pero por qué comen con palillos?
Al parecer, su uso está relacionado con los principales alimentos de la cocina vietnamita: arroz, pescado y verduras largas. Se inspiran en el pico de las aves y permiten capturar eficazmente estos alimentos y evitar ensuciarse las manos. Obsérvese que donde los occidentales utilizan varios instrumentos, los vietnamitas utilizan los palillos para muchos usos: capturar los alimentos, mezclar, revolver los platos, trocear o prolongar su mano para llegar a los alimentos que se encuentran al final de la mesa. Como habréis comprendido, son una herramienta esencial para la vida cotidiana, y su calidad es primordial, de modo que el proverbio popular dice que «es mejor tener un cónyuge estúpido que varitas desproporcionadas».